viernes, 12 de diciembre de 2008

"Mi confrontación con la docencia"

"Mi confrontación con la docencia"

Soy ingeniero municipal, una profesión que seguramente suscitará preguntas, por lo que adelantándome a ellas, diré que la carrera de Ingeniería Municipal se imparte en la Escuela de Ingeniería Municipal, dependiente de la Secretaría de Educación Pública fundada en 1932, su plan de estudios se cursa en cuatro años y tiene validez de educación superior, siendo su principal enfoque hacia el área de urbanismo y la problemática que enfrentan las ciudades en desarrollo.
Cuando terminé mi carrera en 1973 fui becado por el CONACYT para estudiar una maestría en Planificación Urbana en la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional y una de las condiciones para que mi escuela de origen me recomendara fue que al terminar mis estudios diera clases en la misma, lo cual me dio mucho gusto por qué en mi familia hay mucha gente que se dedica a la docencia desde educadoras hasta el nivel superior y en mi caso no hubo temor por enfrentar la docencia, más bien cierta preocupación por tener éxito; así es que tomé la decisión de ser maestro por compromiso con mi escuela y por cierta vocación para enseñar.
Durante los años de 1982 a 1989 la docencia fue una actividad que desempeñé en paralelo con otros trabajos relacionados con mi profesión y lo hice así porqué dar clases siempre ha sido para mi ejercitar la memoria, el razonamiento y practicar cierta actuación frente a los grupos, durante ésta época trabajé en el CONALEP, en la DGETI y en la Universidad Veracruzana. A partir de 1990 me convierto en profesor de tiempo completo en el CBTis No. 162 de la DGETI ubicado en la H. Zitácuaro, Michoacán y pienso que fue así como me encontré con la docencia en educación media superior y esto ha significó haber encontrado mi verdadera vocación, sin dejar de reconocer que sigo practicando mi profesión de ingeniero municipal cada vez que se presenta la oportunidad realizando pequeños trabajos en proyectos de diseño urbano, asesorías y auditorias en el área de edificación y urbanización. Por otro lado opino que dedicarse a la docencia es trascender al formar jóvenes que están en pleno desarrollo con todos los problemas que esto implica.
Tengo muchos más motivos de satisfacción que de insatisfacción, entre los primeros tengo el ser parte de la vida de mis alumnos y alumnas en una etapa en que requieren de mucha atención tanto académica, como afectiva; he conocido mucha gente de gran valor, he participado en muchos eventos valiosos para mi formación profesional y docente. En cuanto a los motivos de insatisfacción tengo como uno principal observar que algunos compañeros no toman con profesionalismo sus tareas docentes, al menos en este nivel, que muchas veces solo significa para ellos una forma más de ganar dinero, lo cual no es malo, sino pensar que con mi sola presencia frente a grupo en el mejor de los casos es suficiente y lo que es peor, pensar que estoy mal pagado por ello.
Considero que dedicarnos a la docencia debería comprometernos primero con nosotros mismos, después con nuestros estudiantes, con nuestra institución y con la sociedad de nuestro entorno.
Espero que para quien lea esto no haya significado una pérdida de tiempo. GRACIAS.

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